Antecedentes históricos de la deserción escolar.



"La educación no es la respuesta a la pregunta la educación es el medio para encontrar la respuesta a todas las preguntas"
                      - William Allin.

Autoras:

Luisa Guadalupe Gutiérrez Gómez.

Xitlali Estefania Aguilera Saldaña.

En este ensayo haremos mención de cómo afecta la deserción escolar en el país, pues éste es un fenómeno actual que involucra a las instituciones educativas, administrativos, directivos, docentes, alumnos y padres de familia, la OCDE señala que los estudiantes que no terminan sus estudios alcanzan un porcentaje del 52%, es decir, la proporción del abandono escolar es mayor; según estadísticas arrojan que las mujeres son las que tienen más oportunidad de terminar sus estudios que los hombres, pensando increíblemente en el rol que la sociedad le ha dado al hombre que sería aquel que se dedica al trabajo.

(…) México tiene uno de los niveles más bajos de eficiencia terminal entre los países de la OCDE, en donde la media es de 68%; en contraste, para nuestro país el porcentaje alcanza únicamente 52%. Debe destacarse que la eficiencia terminal es mayor en las mujeres que entre los hombres, al registrarse una tasa de 55% para ellas, y de 48% para ellos. (Fuentes Mario, 2018)

No conocemos por qué las cifras de la deserción de los hombres es mayor a la de las mujeres, anteriormente lo retomábamos, la deserción se da de acuerdo al contexto vivencial que cada persona experimenta. La deserción de alguna manera aumenta o disminuye cada año, en sí no existe una fecha en específico que exprese que la deserción escolar se dio tal día, hora y año.

(…) los datos de la SEP indican que ha habido una lenta disminución de la tasa de deserción escolar, la cual pasó de 18.8% en el ciclo 1990-1991, a una de 14.4% en el ciclo 2011, 2012; esto significa una reducción de únicamente 4.4 puntos porcentuales, o bien una reducción de 23% en dos décadas. (Fuentes Mario, 2018)

De acuerdo a datos de la Secretaria de Educación Pública la deserción escolar no había avanzado tan rápido, más bien había disminuido como en los años noventa al noventa y uno que de tener un porcentaje no tan alto de evasión de los estudios bajó un 4.4% la importancia del fenómeno.

El país se encuentra en una situación crítica por el índice de deserción que reportan encuestas nacionales, los factores por los que se da este fenómeno social pueden ser diversos pues no solamente se da por problemas personales o del alumno, sino también por los recursos con los que el país cuenta.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior, las entidades de la República mexicana en las que hay mayor porcentaje de alumnas y alumnos que tuvieron que dejar sus estudios en el ciclo 2010-2011 son: Nuevo León, con un 23.55%; Distrito Federal, con 18.53%: Chihuahua con un 17.57%; Morelos, con un 17.50%; Guanajuato, con 17.48% y Coahuila con 17.39%.
Es de llamar la atención que en varias de las entidades más pobres de nuestro país la deserción escolar en educación media superior es más baja, tal es el caso de Puebla, con una deserción de 10.06%, en Chiapas, de 10.35%; en Tabasco de, 11.96%; en Veracruz, de 12%; en San Luis Potosí de 12.64%, y en Guerrero, de 12.91%. (Fuentes Mario, 2018)
La República Mexicana sufre de deserción escolar ya que es donde existen cifras altas de alumnos que tienen que desertar para buscar o satisfacer posibles problemáticas que tienen en sus vidas, no sólo las situaciones propias son las que indican que este fenómeno existe, sino que también el tipo de economía con los que el país cuenta, eso también lleva a que la educación no se lleve a cabo en su totalidad por falta de recursos.
La deserción escolar es un fenómeno que afecta al sistema, desde la disminución de capital para las mejoras de las escuelas hasta el desarrollo de planeaciones que ayuden a que los estudiantes decidan continuar con sus estudios.

(…) Los principales desafíos para avanzar de lleno hacia el logro de los ‹‹Objetivos de Desarrollo del Milenio›› y para el cumplimiento de las metas (...) son evitar que los niños abandonen la escuela antes de terminar el ciclo básico y disminuir lo más posible la deserción. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Para las instituciones no es fácil alcanzar propuestas o desarrollar planes que apoyen al educando a lograr sus expectativas de vida y con ello lograr que no deserten por la situación de vida que llevan. La escuela tiene un gran compromiso para lograr que los educandos reciban una enseñanza y comprensión de la información, es difícil lograr que exista una eficacia en la planeación de clase y en el aprendizaje de los alumnos ya que no todos tienen la misma capacidad de aprender.



(…) “la repetición y el retraso escolar (…) unidos a  un bajo nivel de aprendizaje y enseñanza, conspiran contra el aprovechamiento del potencial de los niños y niñas desde temprana edad”. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Otra de las causas de la deserción escolar es la demora que existe en la educación, esto es por el ritmo de aprendizaje que presenta cada educando, no todos reflexionan de la misma manera, esto indica que el maestro debe buscar estrategias para que el alumno comprenda cada una de las clases que se le imparten; cuando no se identifican las necesidades que los grupos tienen, esto hace que inicie un desaliento de parte de los educandos y prefieran desertar.

El excedente de las matrículas que se maneja en la escuela trae consigo problemas ya que no solamente es ofrecer al alumno una infraestructura para su educación, sino brindar una educación que le dé pauta para tener un desarrollo integral a cada estudiante. El problema con la matrícula de las instituciones, es que las autoridades de alto mando les dan indicaciones a las personas encargadas de cada institución para que se lleve a cabo, otorgando a cada uno de sus alumnos una educación en la mayoría de los casos en pésimas condiciones 

Para Evelyn Valencia Mora, directora de la Escuela Primaria Dra. María del Carmen Millán, en la Ciudad de México: “La educación de calidad es la que permite a los estudiantes, sin importar el nivel educativo, desarrollarse como personas plenas, y adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para hacer frente a la sociedad cambiante. Esta educación no se refiere solamente a conocimientos conceptuales, sino que incluye la formación humana, ética, ambiental, socioemocional, artística, tecnológica, entre otras dimensiones que en conjunto permiten la formación integral de un individuo”

Maribel Macías Olmos, docente de la Escuela Rural Micaela Ortiz de Rosales, en Tlaxcala, dice: “Es aquella en la que se desarrollan los conocimientos, los valores y las actitudes, sintetizados en las competencias que han de dar respuesta a las necesidades y expectativas del alumno. Las dimensiones que debe comprender son: relevancia (el aprendizaje debe ser significativo), pertinencia (el centro del aprendizaje es el alumno), equidad (niveles de desarrollo y aprendizaje sin importar la clase social), eficacia (propiciar un aprendizaje óptimo) y eficiencia (uso responsable del recurso económico)”. (Componentes de la Educación de Calidad, INEE)

(…) “La deserción escolar genera elevados costos sociales y privados. Los primeros no son fáciles de estimar pero entre ellos se mencionan los que derivan de disponer de una fuerza de trabajo menos competente”. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Cuando un alumno deserta de las instituciones educativas se tiene una pérdida de capital fuerte, como lo dice anteriormente, tanto en la sociedad como en instituciones privadas; cuando las personas pagan impuestos, ese dinero se usa para pagar la educación que se imparte en las escuelas públicas; sin embargo cuando un estudiante deserta todo el capital que se invirtió en el educando se ve perdido.

A las instituciones educativas lo que les interesa son los recursos con los que puedan contar los educandos o los padres de estos ya que con ese capital que se incrementa cuando ellos entran a estudiar se puede utilizar para mejorar las instituciones (instalaciones o utilizarlos para los sueldos del personal).

Las inversiones que el país tiene en la educación son las siguientes: servicios personales (becas alimenticias, manutención, etcétera), gastos de infraestructura (se utilizan para darle mantenimiento a las escuelas), subsidios (apoyo hacia la familia de algún educando), otros de corriente (sueldos y prestaciones del magisterio), gastos de inversión (Producto Interno Bruto).

 (…) “Particularmente importante es la estimación de los ingresos laborales que se ‹‹sacrifican›› al no completarse los ciclos primario y secundario”. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Es importante analizar que los ingresos que la escuela recibe son de parte de los padres de familia y de todas las personas que pagamos impuestos, claro que son pérdidas para instituciones educativas desde el momento que el estudiante deserta de la escuela.

La deserción se da también por el índice de reprobación que existe en los primeros niveles de la educación por la habilidad que no se tiene bien desarrollada (capacidad), los alumnos lo toman como un aspecto negativo hacia ellos y deciden dejar la escuela por desánimo.
(…) “Si bien estos problemas son acuciantes y están presentes en toda el área, se ‹‹suman›› al más elemental de la poca capacidad de retención”. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Es una información errónea el pensar que los educandos tienen un desarrollo insuficiente en la capacidad que tienen para retener la información que es proporcionada en la escuela, arrojando en los exámenes reprobaciones y llevando a desertar de la escuela a los estudiantes, un ejemplo muy claro puede ser el pensamiento que tienen hacia ellos mismos de insuficiencia de capacidad para aprender.

La deserción se puede dar desde que un estudiante tiene problemas personales y que lo llevan a dejar la escuela ya sean dificultades familiares, económicas, culturales, psicológicas, aunque cada año las cifras de este fenómeno aumentan y disminuyen.

(…) “Alrededor del año 2000, la tasa global de deserción de los adolescentes entre 15 y 19 años de edad era inferior al 20%”.(Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

Se hace mucha referencia a los adolescentes y jóvenes donde llegamos a la conclusión que la deserción se da en mayoría en el nivel medio superior ya que es donde los estudiantes pueden por sí mismos tomar decisiones de acuerdo a la situación de vida que llevan.

Muchos factores son los que hacen que el fenómeno de la deserción escolar suceda, por ejemplo:

(…) “los principales factores de riesgo de deserción son la repetición derivada de las inasistencias, el bajo rendimiento y la extraedad asociada al consiguiente retardo escolar”. (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

No solo existen problemas familiares, económicos, culturales, psicológicos para que el fenómeno de la educación crezca sino que también existe una inasistencia en la escuela y ese retraso de aprendizaje al que se expresa el mismo texto, quiere decir que los mismos jóvenes dejan tres o cuatro años de estudiar y cuando regresan se les hace complicado llevar un buen ritmo como el que llevaban anteriormente en algunas ocasiones suele pasar esto.

Algunas de las siguientes ideas pueden ayudar a reducir la deserción escolar:

Ø  El aumento de la cobertura de la matrícula preescolar, que mejora el rendimiento de los niños en los primeros años de primaria y reduce la repetición
Ø  La introducción en algunos países de promoción automática durante la enseñanza primaria o en los primeros años de ésta reduce la extraedad, factor muy asociado al abandono escolar
Ø  La iniciación, ampliación y mayor focalización de los programas y subsidios orientados a mejorar la retención escolar a través de becas, entrega gratuita de materiales escolares (Espíndola Ernesto y León Arturo, 2002)

La sociedad es quien lleva en mayoría de las veces a los educandos a desertar de la escuela por una exigencia para el beneficio de sus papás, para el mismo, por una nueva responsabilidad que tenga que enfrentar, etcétera.

Por ello es que llegan a terminar ciclos básicos en la escuela, para mínimo tener una remuneración baja y poder sostener los posibles problemas con los que pueda contar el individuo que está desertando.






                                                                                                                     

Referencias:
Ø  Fuentes Mario Luis (2018, Noviembre, 21). El drama de la deserción escolar en México. Excelsior.
Ø  Componentes de la educación de calidad. INEE
Ø  Espíndola Ernesto y León Arturo. (2002, septiembre- diciembre). La deserción escolar en América Latina: un tema prioritario para la agenda regional. Revista Ibero-Americana.

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